TikTok Bloqueado en Estados Unidos
Tomemos, por ejemplo, a Google. Con solo tener un celular Android, esta compañía puede rastrear tu ubicación en tiempo real. No importa si estás en casa, en el parque o en una protesta política; Google sabe exactamente dónde estás, a qué hora llegaste y cuánto tiempo permaneciste allí. Pero, claro, eso no es espionaje, eso es "mejorar la experiencia del usuario". Lo mismo ocurre con Alexa, el asistente de Amazon, que escucha conversaciones enteras en el hogar y envía los datos a servidores "para mejorar el servicio". Libertad capitalista en su máxima expresión: el usuario no solo entrega su privacidad, sino que paga por ello.
Por otro lado, el caso de Facebook es digno de un manual de ética inversa. Desde el escándalo de Cambridge Analytica hasta las filtraciones masivas de datos, la empresa de Zuckerberg ha demostrado ser un verdadero campeón del uso creativo de la información privada. Sin embargo, a diferencia de TikTok, nunca se ha planteado prohibir Facebook por sus prácticas globales de manipulación de datos. Es curioso cómo el espionaje parece estar bien siempre que el beneficiario lleve una bandera de barras y estrellas.
Mientras tanto, las autoridades estadounidenses justifican su cruzada contra TikTok diciendo que se trata de proteger al usuario. Pero no nos engañemos: lo que realmente se protege aquí no es la privacidad, sino el monopolio de quienes llevan décadas perfeccionando el arte de observar sin ser observados. Es el capitalismo en su forma más pura, donde las reglas no son universales, sino un comodín para mantener el tablero inclinado a favor de los de siempre.